''Se acabó. Fin. Ya no está. ¿Para siempre..?'' El alma se niega a aceptar la realidad. Un hecho increíble asombra al alma de tal manera que la llena de incredulidad. ''No es cierto. Debe ser un error. Un doloroso y terrible error'', se repite el alma, empecinada en la negación. Pero finalmente se quita la venda, y la incredulidad da paso a la tristeza. Y esta nunca viene sola.. está comprometida con el dolor, que llega con ella. Y ambos envuelven al alma, encerrándola en un laberinto sin salida, del cual el alma no podrá escapar, puesto que solo una luz en concreto podría sacarla de allí.. Y es esa luz que jamás volverá a brillar para ella.. aquello que se fue y que sabe que no va a regresar..

9 - VII - 2009

Todos alguna vez, nos hemos planteado algo sobre nuestra vida. Todos nos habremos preguntado si estamos haciendo lo que queremos hacer de verdad, si estamos haciendo lo correcto, si estamos viviendo nuestra vida como deseamos vivirla. No se si alguien habrá alcanzado a ciencia cierta la respuesta a esas cuestiones. Creo que solo con el paso del tiempo podemos descubrirlas. El problema es.. que si para entonces el tiempo te demuestra que no te has equivocado y has logrado tu meta.. entonces estupendo, pero.. si por el contrario te das cuenta de que fallaste, de que cometiste un gran error, puede que sea demasiado tarde para volver atrás.. Probablemente, el hacerte estas preguntas te provoque miedo, agobio, pavor, o incluso resignación, aceptando de buenas a primeras que no lo vas a lograr, abandonando ante tal pensamiento pesimista, sin caer en la cuenta de que si no lo intentas.. pierdes automaticamente todas las posibilidades de éxito.. Es seguro que a lo largo de la vida nos caeremos una y otra vez. Lo sabio es aprender a levantarse del suelo y volver a intentarlo de nuevo. De niños teníamos tras nuestros pasos a los padres, quizás los hermanos mayores, en algunos casos los abuelos.. El problema es que llega un momento en el que ya no están ellos para respaldarnos.. y cogernos de la mano para levantarnos del suelo y curarnos las heridas.. Y es entonces, justo entonces, al darnos cuenta de esto, cuando comienzas a sentirte solo, a sentir el miedo latiendo en tu corazón, miedo provocado por algún problema que pide a gritos una gran solución, la cual no sabemos cómo encontrar.. Pero en realidad, no estás solo.. En medio de ese terror, de esa tristeza, de ese terrible malestar, quizás si te fijas encuentres una pequeña luz. Una luz que te regala alguna persona, para alumbrarte en esa oscuridad que nubla tu mente. Y es que es esa la persona que sabes que te sabe tratar cuando todo lo ves negro, aquella que calma tus miedos e inseguridades, aquella que sabe hacerte sacar un poco mas de fuerza para seguir adelante.. Y es que es cierto. No estamos solos. Solamente tenemos que ver a esa persona que puede ayudarnos a encontrar el camino. Créeme.. pocas personas a lo largo de tu vida te apoyarán como esa persona. Quiérela, cuídala, no le hagas daño.. pues si la pierdes habrás perdido uno de los mayores tesoros que vas a tener en tu vida.. y en tu corazón..

Humildad. Algo de lo que hoy día mucha gente carece, y sin embargo algo tan necesario como respirar. ¿Hay algo mas frustrante que una persona que jamás entra en razón? ¿Que se empecina en que es quien lleva la razón siempre? ¿Que nunca acepta un punto de vista que no sea el suyo? Y lo peor es que encima lo mas probable es que piensen que actúan como tiene que hacerse, que eres simplemente una persona equivocada, mientras que ellos se sienten seres superiores a ti, libres de equivocación, casi ''semidioses''! Y para rematar.. querrán darle la vuelta a la tortilla y serás tu quien jamás das tu brazo a torcer, el testarudo, el infantil, el prepotente, el cabezón.. A todas esas personas no les vendría nada mal un chute de humildad en vena, que les despojase de toda su soberbia e idiotez, y les colmase de comprensión y modestia..

Ven, vamos sígueme, estoy viendo algo que tu no ves, solo tienes que creerme para ver, pon un poco de toda esa fuerza que se que guardas dentro, y toma mi mano para emprender este viaje. No se donde vamos, ¿lo sabes tu? Pero, ¿¡qué mas da!? La vida me pide que empiece de nuevo, y yo a ti te pido que me acompañes. Porque puedo irme sin ti, pero.. ¿sabes qué? ¡Que no quiero! ¡Que se que allá donde llegue en mi camino el sol brillará para mi! Y no quiero que brille solo para mi, ¡deseo que brille para nosotros! Vamos, no tengas miedo, no estarás solo mientras estés conmigo, te lo puedo prometer, se valiente y acompáñame, se irán las nubes que tapan tu propio sol, ¡y serás tu mismo quien las aparte de tu vista! Se que en el fondo de tu corazón una voz se asfixia bajo el temor y la angustia, deseosa de gritar. ¿Quieres tu seguir viviendo así? ¡Yo no! Vamos, ven conmigo, deseo ayudarte en esa lucha, ¡y te ofrezco un camino mejor! ¡Una vida mejor! ¡Un nuevo punto de vista! ¡Una nueva sensación de vivir! Deja que te quite las cadenas que te privan de tu libertad. Ahora es el momento. Tu decides..