miércoles, 31 de marzo de 2010


Añoro aquellos días felices en los que la única preocupación era perderte tu serie favorita de dibujos animados, que te eligieran el último el gimnasia para formar un equipo o quizá conseguir el último cromo de una colección o el mas codiciado por todos los niños. Ahora, habiendo dejado atrás todo esto, años después nos damos cuenta de cuan ínfimas eran aquellas cosas a las cuales llamábamos inocentemente ''problemas''. Es ahora cuando desearíamos volver a ser pequeños, podernos esconder debajo de la cama ante las complicaciones, poder hacer desaparecer el miedo simplemente con encender la luz de la mesita de noche o corriendo a la cama de papá y mamá y acurrucándonos entre las sábanas. ¿Quién entonces no dijo alguna vez cosas como ''ojalá fuese mayor'' o ''¡estoy deseando crecer ya!'' en plena rabieta tras una riña de sus padres? No éramos conscientes de lo que se nos venía encima...
Y ahora, de mayores, ¿quién no desea de vez en cuando ser Peter Pan y no haber crecido nunca?

Sin embargo, el tiempo no se detiene y avanza irremediablemente. Si es cierto, que cada etapa de nuestra vida tiene sus cosas positivas, está marcada por diferentes hechos, situaciones y personas, pero creo que muchos estaremos de acuerdo en que ninguna como aquella, la infancia. Pero, a pesar de que el tiempo pase y nos empuje a todos a crecer, hay algo que no puede quitarnos: aquella llama que prendió al nacer, el niño que todos llevamos dentro. Creo que no hay mejor consejo que el de no olvidar nunca a aquel niño que fuimos y que existió durante aquellos felices años, lleno de fantasía, alegría y energía. Y si no lo olvidamos, siempre nos quedará algo de él en nuestro interior, habiendo vencido así, en cierto modo, al tiempo que nos atrapa...

martes, 30 de marzo de 2010

Hay ocasiones, en las que en un solo instante, que en un principio creías insignificante y tan normal como cualquier otro, sucede algo que da un giro de 180º a tu vida o a tu forma de pensar.
Puede que estés leyendo un libro y leas una frase que te llene de forma especial, puede que estés viendo una película y te sientas identificado con un personaje o alguna situación, quizás estés escuchando una canción y al oír la letra aparezca sin quererlo la imagen de alguna persona en tu cabeza, puede que hayas cometido un error y las consecuencias t hagan ver las cosas de una manera mas clara.. nadie sabe cuando puede pasar. Pero ocurre. Y cuando ocurre sientes cómo finalmente algo encaja en tu cabeza, como si de un puzzle, hasta entonces sin resolver, se tratase. Sientes que se va la confusión y ves como se aparta la niebla dejando ver lo que hay detrás.
Quizá cuando al fin lo veas con claridad te sorprendas. Quizá ya lo sospechabas pero no querías aceptarlo. Quizá aun viéndolo claramente , por miedo e incredulidad quieras seguir mirando hacia otro lado. Pero por mucho que nos esforcemos en ignorarlo, siempre sabremos que sigue ahí. No porque lo deseemos con todas nuestras ganas lo haremos desaparecer.
Y es que la vida no funciona así. No podemos vivir con miedo y refugiarnos en la mentira. ¿Qué forma de vivir sería esa? Muchos no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo hemos perdido y ya es demasiado tarde para recuperarlo... Triste, ¿verdad? Pero es así, la cruda realidad.
Piénsalo. Saca fuerza, valor, coraje. No permitas que tu vida se vea dominada por el miedo y la inseguridad. No huyas de la realidad. Créeme, no merece la pena..